Pasamos de los dibujos animados (tal como Disney ha acostumbrado desde sus inicios hasta sus últimos títulos como Enredados o Tiana y el sapo) a los actores de carne y hueso y los efectos especiales. Como pudimos ver en Alicia y el País de las Maravillas, la espectacularidad y el realismo parecen dominar en estos filmes. El caso más reciente es el de Blancanieves, que cuenta con nada menos que dos versiones recientes.
El enfoque de la Blancanieves (Mirror, Mirror) de Tarsem Singh y Blancanieves y la leyenda del cazador (dirigida por Rupert Sanders) es muy diferente con respecto a la historia original y entre sí. La diferencia es tan evidente como la comparación de sus carteles y tráilers.
En el primer caso la princesa interpretada por Lilly Collins es de apariencia dulce y amable, ligeramente más próxima a la retratada por Disney.En el film protagonizado por Kristen Stewart Blancanieves es más bien tímida y retraída, mucho menos dulce y cantarina pero más mágica y poderosa. Sin embargo, tienen algo en común, ambas son mujeres fuertes y luchadoras, guerreras, y no damas desvalidas en busca del príncipe que las salve. Son bastante más independientes.
La vuelta de tuerca definitiva sin duda es la concepción de los "enanitos" y la relevancia que adquieren las dos madrastras (Julia Roberts y Charlize Theron respectivamente), antagonistas muy elaboradas, con una gran fuerza interpretativa en ambos filmes. Hay que añadir la breve mención al cazador (Chris Hemsworth) personaje clave en Snow White and the Huntsman , que marca el cambio en el desarrollo del popular cuento.
Desde luego que, en estos casos, para gustos los colores. Pese a ser películas entretenidas para la sobremesa o para ver con los peques de la casa, llamadme romántica, pero me quedo con la de Disney.
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